El tratamiento de las aguas servidas es fundamental para proteger los recursos hídricos, para preservar los ecosistemas, prevenir las enfermedades hídricas y evitar la eutrofización. Es una práctica necesaria para mantener el equilibrio biótico y garantizar nuestra salud. Sin embargo, esta es una de las áreas a veces descuidadas en zonas rurales o alejadas. No hace falta seguir esperando soluciones de infraestructura, puedes hacer tu parte para proteger el ambiente con la instalación de sistemas ecológicos, como los biodigestores Rotoplas.
Importancia del tratamiento de las aguas residuales
Las aguas residuales, aguas servidas o aguas negras hacen referencia a el agua que han sido usada en distintas actividades domésticas, industriales o comerciales y que contienen varios residuos y contaminantes. Ejemplo de las aguas servidas son aquellas que quedan al bajar la cadena de inodoros, duchas, procesos industriales y lavado de maquinarias.
Las aguas residuales se clasifican en dos tipos: domésticas, que se producen en actividades del hogar como aguas negras del inodoro, además de las aguas grises, que quedan del lavamanos, lavadoras, baños y duchas. Este tipo de aguas residuales suelen estar contaminadas con desechos humanos, detergentes, partículas de alimentos, aceites y otros.
Las aguas residuales de tipo industrial se generan por varios procesos industriales y actividades. Contiene una gran variedad de contaminantes como químicos, metales pesados, solventes, aceites, sólidos suspendidos y otras sustancias propias del proceso.
¿Por qué el tratamiento de las aguas residuales es tan importante para la protección del medio ambiente?
Las aguas residuales contienen una cantidad y variedad de contaminantes que van desde sustancias químicas, patógenos y nutrientes. Si se dejan sin tratar, pasan al medio ambiente y contaminan ríos, lagos y el océano. Los ecosistemas de estos cuerpos de agua son muy sensibles al cambio de la calidad del agua, por lo que los contaminantes que ingresan destruyen la vida de peces, plantas y otros organismos.
Como si fuera poco las aguas residuales sin tratar son peligrosas para la salud de los seres humanos, pues las aguas contaminadas se convierten en vectores de transmisión de virus, bacterias y parásitos, ya sea por el consumo directo del agua contaminada o porque estas se usan para el riego. Las aguas servidas contienen altos niveles de nutrientes como nitrógeno y fósforo, que acelera el crecimiento y desarrollo exagerado de las algas y plantas acuáticas, que consumen todo el oxígeno y matan peces y otros organismos. Si no se hace un tratamiento adecuado a las aguas residuales, el precio ambiental a pagar será muy alto.
El papel del gobierno y las ONG
El gobierno tiene un papel fundamental cuando se trata del manejo de las aguas residuales. En primer lugar debe crear un marco regulatorio, que establezca con claridad las normas y regulaciones que asegure el tratamiento adecuado de las aguas servidas. En estas leyes debe explicarse con detalle los estándares de calidad del agua, sistemas de tratamiento y qué requisitos deben cumplir las aguas tratadas para su descarga al medio ambiente. Por otra parte, el gobierno está encargado del apoyo técnico y el financiamiento de los proyectos de tratamiento, ya sea creando nuevos sistemas de acueducto y plantas de tratamiento, o respaldando proyectos de tratamiento.
Las ONG suelen tener mucha más presencia cuando se trata de educar y sensibilizar a la población. El objetivo es informar a la población acerca de la importancia del tratamiento de las aguas negras, gestión de desechos, además de los riesgos de no tratar los desechos que se producen en casa. Pero este no es el único objetivo, tomemos como ejemplo la labor de Water for People, quienes proporcionan soluciones sostenibles trabajando de la mano con comunidades, gobiernos y locales. Del mismo modo, existen varias organizaciones que buscan proporcionar agua potable y saneamiento a comunidades en situación de pobreza; proporcionando sistemas de agua potable, letrinas además de capacitar en temas de higiene y promoción comunitaria.
Métodos para el tratamiento de aguas residuales
El tratamiento de aguas residuales se hace siguiendo varias etapas secuenciales, cada una cumple una función particular para eliminar cierto tipo de contaminantes. Estas etapas son:
– Tratamiento preliminar
Elimina aquellos elementos gruesos y sólidos, por ejemplo arenas y partículas pesadas con tamices y rejillas. También puede servir para eliminar aceites y grasas, utilizando trampas de grasa.
– Tratamiento primario
Se separan los sólidos sedimentales y flotantes. Se emplea un clarificador, que hace más lento el flujo de agua para que los sólidos pesados se sedimenten en el fondo, las grasas floten en la superficie. Estos sólidos que se acumulan en el fondo se les llaman lodos primarios y se deben extraer para su tratamiento.
– Tratamiento secundario
Se elimina la materia orgánica disuelta y microorganismos. El proceso más común es el tratamiento biológico, donde unos microorganismos se encargan de descomponer la materia orgánica en el agua. Esto se hace con diferentes métodos. Puede ser filtros percoladores, humedales artificiales o lodos activados.
– Tratamiento terciario
Este tipo de tratamiento se hace para eliminar todos los contaminantes que no se hayan eliminado en las etapas anteriores. Se utilizan métodos más sofisticados, como filtración por membrana, desinfección con cloro, ozono, carbón activado, entre otros.
Biodigestor Rotoplas como tratamiento de aguas residuales en países en desarrollo
El biodigestor Rotoplas es una solución ideal para el tratamiento de aguas residuales domésticas en países en vías de desarrollo, puesto que es un sistema autosustentable, ecológico y con unas características particulares que se ajustan a las necesidades de las comunidades rurales y urbanas en países en vías de desarrollo.
Es de fácil instalación, pues es un sistema independiente que puede conectarse al sistema de desagüe de baños, cocina y otras áreas. Funciona de forma independiente, es decir que no requiere electricidad, combustible ni ningún tipo de químicos para hacer su trabajo. Esto también lo convierte en un sistema natural, ecológico, que no alterará el equilibro biótico de las áreas circundantes.
Otra característica que hacen del Biodigestor Rotoplas el sistema ideal para comunidades en desarrollo es que no requiere limpieza profesional, ni camiones de desazolve. Al ser un sistema autolimpiable, se vacían los lodos 1 o 2 veces al año y queda listo para seguir trabajando. Esta independencia y auto-sustentabilidad lo hacen la alternativa más rentable en cuanto calidad, precio y tiempo de vida útil.