Mejora la salud de tu comunidad a través del saneamiento de agua: descubre cómo hacerlo

aguas sucias

El agua limpia es la columna vertebral de cualquier iniciativa para mejorar la salud pública. Es un recurso vital para la vida humana, por lo que se convierte en el vehículo para la transmisión de enfermedades si está contaminada. Por esta razón, hablar de la salud de la comunidad debe comenzar a través del tratamiento de las aguas residuales.

¿Por qué es importante el agua limpia para la salud pública?

El agua limpia previene enfermedades

El agua contaminada puede contener microorganismos, como bacterias, virus y parásitos, que pueden causar enfermedades como la diarrea, el cólera, la fiebre tifoidea y la hepatitis A. Si se consume agua contaminada, estas enfermedades pueden propagarse rápidamente, especialmente en áreas donde la higiene es pobre por el acceso limitado a este recurso.

El agua limpia es necesaria para la higiene personal

Algo tan simple como lavarse las manos, los dientes o bañarse se convierte en un reto cuando no hay acceso al agua y estas actividades no sólo tienen un impacto en la imagen personal y autoestima, sino que previene enfermedades. Por otra parte, si esto se hace con agua contaminada, se pueden propagar enfermedades en lugar de prevenirlas.

El agua limpia es necesaria para la nutrición

 El agua limpia es esencial para la preparación de alimentos y la higiene de los utensilios de cocina. Si el agua está contaminada, los alimentos pueden estar contaminados y causar enfermedades.

La importancia del saneamiento del agua

El saneamiento del agua es el conjunto de medidas y prácticas que se utilizan para garantizar que el agua esté libre de contaminación, para que sea segura para su uso y consumo humano. El saneamiento implica la eliminación o reducción de contaminantes y microorganismos nocivos que pueden estar presentes en el agua, todo esto mediante técnicas de tratamiento y purificación del agua.

Por otra parte, el saneamiento del agua también incluye la gestión adecuada de las aguas residuales, de origen doméstico e industrial. Esto se hace para evitar que se descarguen en fuentes de agua y contaminen el medio ambiente.

El acceso al saneamiento sigue siendo un gran problema en Centroamérica y el Caribe. En efecto, la Organización Panamericana de la Salud OPS informa que en las Américas existen unas 83 millones de personas carecen de acceso a instalaciones de saneamiento y unos 15 millones siguen haciendo sus necesidades al aire libre.

Para entender el impacto de esto debes saber que estas carencias se traducen en personas enfermas y fallecidos. Según cifras ofrecidas por la OPS para el año 2019 se registraron más de 191,000 casos de diarrea en Centroamérica. La diarrea es una causa importante de mortalidad infantil en la región, y se estima que el 13% de las muertes de niños menores de 5 años en Centroamérica están relacionadas con la diarrea. Pero no es la única enfermedad relacionada a la falta de saneamiento:

– Se registraron más de 1,800 casos de cólera.

– Se registraron más de 4,200 casos de hepatitis A

– Se registraron más de 1,300 casos de leptospirosis

El agua se contamina al verter directamente los residuos de las fábricas, al usar pesticidas y abonos químicos, que son arrastrados por las lluvias. No olvidemos que las aguas negras y los residuos fecales producidos por la agroindustria también van a parar a lagos y ríos subterráneos y superficiales. Otro factor de riesgo en la región son las tormentas y huracanes, que no sólo arrasan con la escasa infraestructura, sino que contaminan pozos y letrinas.

El papel del gobierno y las ONG

Visto el problema desde afuera, parece que la solución es sencilla: crear sistemas de saneamiento de agua. Esto es tarea de los gobiernos, quienes deberían crear más plantas de tratamiento de aguas servidas, además de la infraestructura que permita conectar hogares e industrias con estas. Lamentablemente, esta solución no se puede implementar con la rapidez necesaria, además están sujetas a las coyunturas sociopolíticas de cada país en las que, lamentablemente, no hay prioridad para el tema del saneamiento ambiental.

Las ONG y organizaciones, como WaterAid y la OPS  entre muchas otras, ofrecen apoyo técnico para promover de forma local una mejor gestión de los servicios de agua y saneamiento, incluso aplicando herramientas como el GLAAS (Análisis Global de los Servicios de Agua y Saneamiento) y TrackFin. Asimismo, se ofrecen talleres de sensibilización a la comunidad, brindando guías para aprender a purificar el agua, además de prácticas higiénicas, haciendo énfasis en la eliminación de la defecación al aire libre y el lavado constante de manos.

Otras organizaciones y asociaciones civiles también trabajan en la implementación de sistemas de agua potable y saneamiento en comunidades rurales y marginadas de Centroamérica. Grupo Rotoplas, se ha unido a varias campañas siempre trabajando en colaboración con las comunidades para poder implementar soluciones asequibles, sostenibles y reales.

Métodos para el saneamiento del agua

Las plantas de tratamiento de aguas servidas se encargan de procesar las aguas que llegan a través de las tuberías. Este tratamiento ocurre en diversas etapas, en las que separan los desechos, eliminan las partículas más grandes y luego hacen un tratamiento químico antes de devolverlas a los afluentes naturales o la tierra. Si bien es lo ideal, porque una planta de tratamiento es capaz de lidiar con los desechos de ciudades enteras, no son fáciles de implementar.

La alternativa local y sostenible a las plantas de tratamiento son los biodigestores Rotoplas. El biodigestor autolimpiable es un dispositivo de tratamiento primario de aguas negras y grises, que a través de un proceso natural, logra la descarga de las aguas a suelo o drenaje. El filtro interno anaerobio es el secreto para aumentar la eficacia del tratamiento y no requiere electricidad ni combustible para su funcionamiento. Otra gran ventaja del Biodigestor Rotoplas es que no requiere mantenimiento especializado, sólo una purga de lodos anual (o semestral, según se use) y que puede hacer cualquier persona.

Un biodigestor de 600 litros (el más pequeño) tiene la capacidad de tratar los desechos de hasta 5 usuarios. El biodigestor de mayor capacidad, 7 mil litros, soporta hasta 60 personas. Teniendo en cuenta que es un sistema independiente, autolimpiable, ecológico y autosustentable, es la opción perfecta para aquellas comunidades alejadas, que no tienen la posibilidad inmediata de conectarse a las redes de alcantarillado y saneamiento.

Conclusiones

Los problemas relacionados al saneamiento de agua en Centroamérica son profundos y afectan a buena parte de su población, con mayor impacto en los más vulnerables y excluidos: población rural, niños y personas de la tercera edad. Las enfermedades hídricas son apenas la punta del iceberg, porque la falta de saneamiento y agua limpia tienen repercusiones en la calidad de vida de las comunidades.

 Si bien hay varias ONG apoyando y/o promoviendo la implementación de estrategias educativas y prácticas de higiene, además de planes gubernamentales, hace falta atacar el problema de forma directa y rápida. Es momento de tomar las riendas de la comunidad, el problema del saneamiento requiere soluciones inmediatas, como el Biodigestor Rotoplas.

Los Biodigestores Autolimpiables Rotoplas son la solución real, rápida, autosustentable y ecológica para aquellas comunidades que no pueden conectarse a una red de alcantarillado. Basta de esperar a que otros vengan a dar solución, las mismas comunidades pueden organizarse y adquirir los biodigestores que necesiten para suplir sus necesidades y elevar exponencialmente su calidad de vida. Contacta a uno de nuestros asesores, que gustosamente puede ayudarle a escoger los productos que sean necesarios.

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