Las fosas sépticas son la opción más común cuando se trata de buscar una solución para aquellos lugares retirados del sistema de alcantarillados municipales, sin embargo, lo que hoy es una solución, mañana puede convertirse en un problema; si no se realiza el mantenimiento adecuado. Pensando en ello, hemos decidido compartir estas 3 cosas que debes saber para la limpieza de fosa séptica.
¿Qué es una fosa séptica?
Una fosa séptica es un sistema de tratamiento de aguas residuales. Si bien es cierto que es un poco rudimentario en la actualidad, servía para dar algún tratamiento a los desechos domésticos. Dependiendo del tipo de sistema empleado, suele componerse de 1 a 3 tanques conectados entre sí, en los que las aguas servidas pasan por un proceso natural que las degradan.
El fundamento de las fosas sépticas es simple, se reduce el contenido de sólidos en suspensión (flotantes y sedimentables) a través de dos procesos:
Proceso Físico: las aguas servidas caen a un tanque, en donde por acción de la gravedad se separan los sólidos del agua. Estos se acumulan en el fondo, creando lo que se denominan lodos. En la parte superior quedan los sólidos flotantes, incluyendo aceites y grasas que forman una costra. Lo que queda en el medio es el agua tratada, que luego se vierte hacia el terreno.
Proceso biológico: los lodos que caen al fondo del tanque se acumulan y experimentan una reacción anaerobia, en la que se degradan gracias a unas bacterias. Esto hace que se reduzca el volumen en un 40%. El proceso digestivo de estas bacterias produce gases como el metano y dióxido de carbono. Por eso las fosas sépticas que no están bien selladas despiden un olor tan fuerte.
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Uno de los grandes inconvenientes de las fosas sépticas es que pueden llegar a filtrarse o romperse por el movimiento natural del terreno, el paso del tiempo, entre otras. Esto depende del material en que estén hechas y su construcción. Sin embargo, la Fosa Séptica Rotoplas se destaca, porque gracias a su construcción en resina de polietileno de una sola pieza, es resistente y robusta, por lo que no se quiebra.
Con la fosa séptica Rotoplas te olvidas para siempre de las filtraciones, pues la capa externa, que mantiene la estabilidad, aísla las aguas residuales y evita que estas contaminen el suelo. En su interior, tiene un revestimiento especial que permite la adherencia de microorganismos y bacterias que se encargan de descomponer la materia orgánica.
Las conexiones internas permiten el ingreso de las aguas negras y luego la canalizan hacia el exterior una vez tratada, por medio de un proceso sencillo. La tapa tipo Click, ubicada en la parte superior mantiene el interior aislado, no se escapan olores, pero puede abrirse con facilidad para la inspección y mantenimiento de la fosa séptica.
¿Cuándo y con qué frecuencia limpiar la fosa séptica?
Uno de los secretos para mantener una fosa séptica trabajando y en perfectas condiciones es realizar un mantenimiento periódico. Esto debe hacerse de forma visual al menos cada 6 meses, antes si se producen demasiadas aguas residuales en la vivienda.
Es necesario hacer una inspección visual, de manera que se verifique que no haya residuos obstruyendo la salida o entrada a de las tuberías o que los lodos tengan un nivel demasiado elevado. La retirada de lodos debe hacerse al menos una vez al año; aunque esto dependerá de la cantidad de personas que hacen uso de este servicio.
Hacer la inspección y mantenimiento de forma periódica evitará que deje de cumplir con sus funciones. Esto no sólo contaminará el agua subterránea y las fuentes de alimentos de forma directa, si no que hará que escapen malos olores y tendrá una repercusión directa y negativa en el desempeño de la fosa séptica.
3 cosas que debes saber para la limpieza de Fosa séptica Rotoplas
1. Ventila antes de comenzar
Antes de que te pongas manos a la obra, ya sea que se trate de limpieza o para revisar, es fundamental que se deje ventilar la fosa séptica. Usa tapabocas y guantes, pero apenas abras el registro y tapa de la fosa, debes esperar al menos 30 minutos antes de empezar con tus labores. Esto hará que se disipen los gases acumulados en el interior. Si no lo haces, corres el riesgo de causar un incendio. Es importante no fumar en las inmediaciones ya que estos gases pueden ser volátiles.
2. Usa una varilla medidora de lodos
Una varilla medidora de lodos es una herramienta que puedes hacer para verificar con facilidad los niveles de lodo dentro de la fosa séptica. Consigue una varilla que mida entre 1.5 a 2 metros de largo y que sea resistente. Envuelve la punta de la varilla un trapo o trozo de tela clara que mida 30 de alto. Mete la varilla hasta el fondo de la fosa y déjala unos 5 minutos. Retira y verifica la mancha que ha quedado en la tela. Si está por la mitad o menos, no hace falta limpiar. Revisa de nuevo en unos 6 meses. Si se cubre por completo la varilla, es decir que tiene 30cm o más, es hora de efectuar una buena limpieza.
3. Deja un poco de lodo en el fondo
Hay 2 métodos para limpiar la fosa séptica. El primero es el más simple, pues se trata de contratar un camión con tanque y el equipo de succión especial, En caso contrario, puedes extraer el agua con un cubo provisto de una cuerda o similar para extraerlo. Recuerda dejar siempre al menos el 10% de lodos, porque esto funcionará como cultivo para las próximas aguas residuales. Recuerda que el proceso de descomposición es producido por bacterias, así que debes dejar un poco de lodos para que sirvan de semilla en el futuro. Por esta misma causa es que no se puede lavar ni desinfectar el interior de la fosa séptica.