¿Cómo hidratar la piel cuando nada parece funcionar?

Hidratar la piel desde casa

 

Durante los meses de invierno es posible que sientas más sequedad por el frío, sin embargo una buena crema humectante podrá ayudarte a hidratar la piel y solucionar el problema. Pero ¿qué sucede cuando te pones diferentes productos y nada parece funcionar? Hoy te enseñaremos qué puedes hacer para hidratar la piel de forma natural.

Tipos de piel seca
Antes de que comiences a ponerte cremas y serums, es importante que determines si tu piel es seca o está deshidratada, pues ambas son condiciones muy diferentes y que se atienden desde distintos enfoques.

La deshidratación cutánea es una condición temporal, que puede cambiarse y es causada por la falta de humedad en la piel. Una piel grasa, que tiene tendencia a sufrir de acné y que produce una gran cantidad de sebo, puede estar deshidratada por diversos factores y si se atienden mejorará por completo.

Por el contrario, la piel seca es una condición permanente, es un tipo de piel que no produce suficiente sebo para mantenerla lubricada. La piel seca también puede estar deshidratada. Aunque se usen productos adecuados y se cuide, siempre tendrá tendencia a secarse. Esto no es un problema, sino que determinará qué tipos de productos deben usarse.

Todas las personas deberían comenzar a hidratar la piel desde adentro hacia afuera, pero pueden usar productos para evitar la pérdida de humedad. Las pieles secas deben buscar productos con ingredientes hidrogoscópicos (humectantes), pero que estén complementados con otros que ayuden a sellar esa humedad en la piel (oclusivos). Por ejemplo, cremas que contengan colágeno, ceramidas, glicerina y ácido hialurónico además de algún tipo de aceite no comedogénico, como aceite de almendras, silicona, vaselina o de argán, por ejemplo.

Las pieles grasas o mixtas que estén deshidratadas pueden usar ingredientes que ayuden a atraer la humedad del ambiente, pero deben alejarse de producto oleosos que puedan alterar la producción sebácea de su piel y romper su equilibrio. Un gel hidratante con vitamina E, Aloe, ácido hialurónico y otros ingredientes emolientes son geniales para pieles deshidratadas; pero debería alejarse de aceites y humectantes muy densos.


Las causas de la piel seca
Si alguna vez has tenido una planta y has dejado secar la tierra al máximo, notarás que cuando le pones agua de nuevo, el líquido resbala de la superficie y tienes que mover la tierra o perforarla para ayudar a que penetre. Algo así ocurre con la piel, es por esto que aún cuando una persona invierta en un humectante de muy buena calidad, adecuado para su tipo de piel, este puede no funcionar porque la piel está demasiado seca. Puede sonar contradictorio, pero la verdad es que si la superficie de la piel está excesivamente seca el producto no podrá penetrar la primera capa de la piel y no tendrá cómo cumplir su función.

Por otra parte también está el problema de la hidratación. Verás, las cremas y humectantes no tienen el agua (la hidratación) que necesita la piel; sino que tiene ingredientes que ayudan a que la piel atrape humedad del ambiente y mantenga la que obtiene desde adentro; es decir, una crema no sirve si no hay humedad en el ambiente o si no le proporcionas agua. Es por esta razón que se dice que hay que hidratar la piel desde adentro para que las cremas, serums y otros productos hagan su trabajo.


Cómo hidratar la piel de forma natural


conservación del agua– Bebe suficiente agua:
Este paso es crucial. Todo tu cuerpo, todas las células, incluidas las de la piel, requieren agua para mantenerse en perfecto orden y equilibrio. Necesitas unos 8 vasos de agua purificada al día, ninguna bebida puede sustituirla. Cuando no le das suficiente hidratación, la piel comienza a lucir sin vida, se desinfla y pierde brillo. No sólo tu piel, sino que el cabello y tus uñas también se ven afectados. Haz la prueba, comienza a hidratarte de forma adecuada y notarás la diferencia.


– Usa un humidificador
Recuerda que la piel toma la humedad del medio ambiente, así que si el ambiente está muy seco tu piel estará igual. Si el problema es que el lugar en el que estás es demasiado seco, ya sea porque el aire acondicionado está siempre a toda potencia, por su posición geográfica o por el invierno, adquiere un pequeño humidificador y úsalo con frecuencia, salvará tu piel de la sequedad.


– Limpia tu piel con delicadeza
Del mismo modo en que no lavarías tu cabello con detergente en polvo para la ropa, no debes usar cualquier jabón para tu piel. Busca jabones con PH balanceado, de calidad y que estén formulados para tu tipo de piel. Si apenas sales de la ducha sientes la piel tirante, ese jabón no te conviene ni siquiera si tienes piel grasa. Un jabón muy abrasivo altera el equilibrio de la piel y tendrá el efecto contrario, pues te hará producir más grasa para compensar la sequedad.


– Presta atención al agua que usas
Ya sea para beber o para ducharte, la calidad del agua influye en la salud de tu piel. Un agua demasiado dura o con impurezas se acumulará en tu cabello y piel, restándole brillo y secándola. Tomar agua que no esté tratada afectará tu salud, causando problemas gastrointestinales y alterando la flora bacteriana, deshidratándote. Invierte en un purificador de agua que garantice que el agua que consume sea pura y cristalina, libre de bacterias e impurezas.

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