Este año, la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente ha sido un poco diferente, pues sucede en medio de una pandemia sin presedentes. Centroamérica superó el millón de casos positivos del nuevo coronavirus (COVID-19). Según Worldmeter, la región suma ya 1.159,504 contagios y arriba de 44.875 fallecidos.
Brasil es el epicentro de la enfermedad en Suramérica y el responsable de casi el 60% de los casos, ya que registra 595.112 contagios, y del 73% de las muertes, con un total de 33.038 fallecidos.
Después, los más afectados, son Perú, con 178.914 casos positivos y 4.894 decesos; Chile, con 118.292 contagios y 1.356 muertos; y Ecuador, con 40.966 casos confirmados y 3.486 fallecidos.
En medio de estas cifras, esta fecha tiene como objetivo concientizarnos sobre nuestra relación con todo lo que nos rodea. La relación entre los humanos y la naturaleza afecta todo, desde el aire, el agua y los alimentos hasta las fuentes de medicamentos, la resistencia a las enfermedades naturales y la mitigación del cambio climático.
El Día Mundial del Medio Ambiente se celebró por primera vez en 1974 y durante la Asamblea General de la ONU se hizo un llamado a los gobiernos y las organizaciones para realizar acciones con el objetivo de preservar y regenerar el ambiente y la naturaleza.
5 de junio del 2020
Este año, que celebramos el día mundial del medio ambiente en medio de una pandemia, la ONU ha querido realizar un llamado.
“Hoy en día, se estima que, a nivel mundial, cada año ocurren alrededor de mil millones de casos de enfermedades y millones de muertes por enfermedades causadas por coronavirus; y alrededor del 75 por ciento de todas las enfermedades infecciosas emergentes en humanos son zoonóticas, lo que significa que son transmitidas a las personas por los animales «, dice el sitio web de la ONU.
El mensaje es claro, al alterar un elemento de la compleja red de la naturaleza, sistemas completos de alimentos y salud pueden colapsar, amenazando la vida tal como la conocemos.
Parece que los seres humanos hemos olvidado cómo vivir en equilibrio con el ambiente pues somos los causantes de problemas como la deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre, la explotación del suelo para la agricultura y la aceleración del cambio climático.
Según la ONU, la cantidad de cobertura de arrecifes de coral vivos en el mundo se ha reducido a la mitad en los últimos 150 años, esto también pone en peligro a los organismos marinos que producen el oxígeno que respiramos. Muy pocas personas lo saben, pero el 70% del oxígeno que necesitamos proviene de los océanos, tal como lo dice la ONU.
Según la nota publicada en el sitio de la Agencia Anadolu titulada, “Día Mundial del Medio Ambiente en la era del coronavirus”, el cambio climático podría exponenciar futuras enfermedades del mismo tipo que el coronavirus.
«Existe una fuerte evidencia científica que sugiere que el cambio climático aumentará la incidencia de enfermedades zoonóticas existentes en ciertas poblaciones o regiones al expandir su alcance geográfico», dijo Gavin Edwards, el coordinador global del New Deal for Nature and People en World Wildlife Fund (WWF), para el sitio y advirtió que en los últimos años esto ya ha comenzado a suceder, “El cambio climático ya está aumentando la propagación de algunas enfermedades zoonóticas endémicas transmitidas por vectores, como la enfermedad de Lyme, la malaria y el dengue.”
La pérdida de los hábitats naturales de las especies también puede ser un factor de riesgo ya que cuando las especies pierden su territorio, pueden llegar a invadir otros hábitats, volviendo la interacción con otras especies más frecuente y de igual manera con los humanos. Por un lado, esto aumenta la capacidad de los microbios para moverse de una especie a otra y por el otro, también la probabilidad de que hayan mutaciones aumenta.
La pandemia de COVID-19 es un recordatorio oportuno de la conexión que tenemos con el mundo y sobre todo, de cómo todo lo que sucede en la naturaleza nos afecta.
Regresar al equilibrio con la naturaleza
El coronavirus nos obligó a poner una pausa en el estilo de vida que conocíamos y para muchos, ha sido un gran momento de reflexión. Los siguientes meses serán cruciales para revaluar la forma en la que nos hemos relacionado con el ambiente, y depende de todos que esto no se nos olvide y que realmente logremos encontrar de nuevo el equilibrio.
“Al proteger y restaurar la naturaleza y sus ecosistemas, nos protegemos y restauramos. Es el momento de maximizar nuestra influencia en los gobiernos, las empresas y el público, para absorber las lecciones generadas por esta crisis y avanzar hacia una ‘nueva normalidad’ donde la creación de empleo, el desarrollo económico y la igualdad social se ve impulsada por el desarrollo verde basado en la humildad , respeto y administración hacia la naturaleza «, continuó diciendo el coordinador global de WWF para Agencia Anadolu.