La gestión del agua implica el uso responsable y la conservación de los recursos hídricos para garantizar un futuro sostenible. Significa ser eficiente en el uso, recolección, almacenamiento y tratamiento del agua, garantizando así servicios confiables de suministro de agua, mitigando los peligros relacionados con el agua y salvaguardando el medio ambiente.
¿Qué es la gestión del agua?
Cuando se trata del agua, usarla eficientemente y utilizarla sabiamente son dos caras de la misma moneda.
La gestión del agua consiste en contar con una estrategia para abordar el abastecimiento de agua, tratarla, abordar las fugas de agua en edificios comerciales y más. Es un enfoque global que considera aspectos como la revisión de tuberías, la mitigación de daños causados por el agua e incluso la planificación de emergencias para cuando las fugas de agua se conviertan en un peligro grave.
La infraestructura verde se refiere a sistemas naturales o diseñados para proporcionar servicios ambientales y beneficios similares a los de la infraestructura tradicional, pero de manera más sostenible y ecológica. Esto incluye áreas verdes como parques, jardines, bosques urbanos, humedales restaurados, techos verdes, entre otros.
En cuanto a la gestión del agua, la infraestructura verde desempeña un papel crucial en varios aspectos:
- Retención y filtración de agua: Las áreas verdes actúan como esponjas naturales que absorben el agua de lluvia y la retienen en el suelo, ayudando a prevenir la escorrentía superficial y reduciendo el riesgo de inundaciones. Además, las plantas y el suelo actúan como filtros naturales, eliminando contaminantes y mejorando la calidad del agua.
- Recarga de acuíferos: Los bosques, humedales y otros ecosistemas naturales contribuyen a recargar los acuíferos subterráneos al permitir que el agua de lluvia se filtre lentamente en el suelo y se recargue en los sistemas de agua subterránea.
- Control de la erosión: La vegetación en áreas verdes ayuda a estabilizar el suelo y prevenir la erosión causada por la escorrentía superficial. Esto es especialmente importante en áreas urbanas donde el suelo expuesto puede ser vulnerable a la erosión.
- Reducción del efecto de isla de calor: Las áreas verdes, como los parques y los jardines, ayudan a reducir la temperatura urbana al proporcionar sombra y evaporación de agua, lo que ayuda a contrarrestar el efecto de isla de calor urbano.
Las operaciones industriales existentes pueden utilizar estrategias de gestión del agua para reducir el desperdicio de agua y sus costos asociados. Por ejemplo, implementar soluciones que ahorren agua, o tecnologías que puedan ayudar a reducir el desperdicio de agua y promover la sostenibilidad.
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Los administradores de instalaciones industriales son responsables de garantizar que los edificios y otras instalaciones funcionen de manera eficiente y sostenible. La gestión del agua es un componente fundamental de esto, ya que implica monitorear el uso del agua, identificar áreas de mejora e implementar medidas para optimizar la eficiencia del agua.
Con un enfoque integral de la gestión del agua y la implementación de medidas de eficiencia hídrica, las organizaciones pueden ahorrar mucho dinero, reducir su huella ambiental y mejorar su reputación como guardianes de la sostenibilidad. Esto hace que tener un plan de gestión del agua sea fundamental.
Creando tu plan de gestión del agua
Algunas de las partes clave de un plan de gestión de recursos hídricos incluyen:
- Evaluación del uso actual del agua: esto ayuda a identificar áreas de alto uso de agua, fuentes potenciales de desperdicio de agua y oportunidades de mejora.
- Establecer objetivos mensurables: esto permite crear un objetivo común para todos en el negocio y realizar un seguimiento del progreso.
- Delinear soluciones específicas de gestión del agua: esto podría incluir cualquier cosa, desde implementar tanques de almacenamiento de agua y otras soluciones que ahorren agua, realizar detección y reparación periódicas de fugas o modernizar un sistema de almacenamiento de agua para gestionar su uso de agua en el futuro.
- Finalmente, se debe incluir un marco de monitoreo y medición: esto permitirá comprender qué tan bien ha cumplido sus objetivos y optimizarlos para la siguiente fase de su estrategia de gestión del agua.
Tanques y cisternas para almacenamiento de agua
Algo fundamental para tener una correcta gestión del agua es el almacenamiento adecuado. Los Tanques y Cisternas Rotoplas sirven para almacenar agua de forma segura para evitar su contaminación y desperdicio. Son un excelente complemento en las instalaciones; como auxiliar en caso de interrupción del servicio, o por seguridad.
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Los tanques de almacenamiento de agua Rotoplas se encuentran en capacidades que van desde los 450 litros. Son cero fugas, a prueba de roturas y resisten climas extremos. Hay modelos, como el tanque Bicapa, cuya capacidad es de 16 mil litros, y otros para un almacenamiento más seguro que cuentan con doble capa protectora.
Las Cisternas Rotoplas también cuentan con excelentes prestaciones de resistencia, materiales más durables y capacidades que van desde los 1700 a los 10 mil litros.
Ambos productos también se pueden utilizar para captar agua de lluvia, lo cual puede representar un suministro adicional para la época de sequía o donde hay cortes en el suministro de agua.
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Tratamiento y reutilización del agua
Finalmente, el tratamiento y la reutilización del agua es un aspecto central en la gestión del agua pues evita que se contaminen otros cuerpos acuíferos y que el agua puede ser utilizada nuevamente para riego. Para ello Rotoplas se preocupa por la sostenibilidad a través de un producto modelo: el Biodigestor Autolimpiable Rotoplas. Más resistente y seguro, esta solución es ideal para tratar el agua sin contaminar los mantos freáticos. Y es la solución ideal para viviendas que no cuentan con acceso a drenaje.