El agua potable segura y libre de impurezas es una necesidad básica para todas las personas. En el contexto actual, la contaminación y la escasez de agua, la higiene y accesibilidad a ese recurso natural son problemas a los que nos enfrentamos como sociedad todos los días.
Por eso, invertir en un tanque de agua es fundamental para almacenar agua de buena calidad. Sin embargo, no todos los tanques funcionan igual y la elección del material resulta clave. A continuación, conoce los problemas que se encuentran en los tanques de concreto para almacenamiento de agua y por qué los tanques de polietileno de alta densidad de grado alimenticio, son una alternativa realmente superior.
Razones para invertir en tanques de polietileno para almacenamiento de agua
Los tanques para almacenar agua en los hogares y en la industria, se han vuelto cada vez más importantes, ya que facilitan que las personas tengan un suministro de agua de buena calidad e ininterrumpido para beber, cocinar, hacer jardinería, lavar la ropa y demás actividades que utilizan este recurso.
Los tanques para almacenamiento representan una reserva importante de agua que da seguridad y confianza a las personas. Sin embargo, es importante invertir en depósitos de buena calidad para que el agua se conserve en buen estado por más tiempo.
Cuando se elige un tanque de almacenamiento de agua para la casa, se debe de considerar el tamaño de la familia o los habitantes de la casa, así como su estilo de vida. Existen diferentes materiales para los tanques: los hay de polietileno, acero o concreto.
Los tanques de concreto para almacenamiento de agua son frecuentes en construcciones de gran envergadura, sobre todo en industrias, así como en el campo. Sin embargo, estos no siempre son la opción con más ventajas, por lo que a continuación te presentaremos una alternativa más eficaz.
Tanques de concreto: características y desventajas
Mayormente, los tanques de este material se utilizan para el almacenamiento de agua subterránea. Sin embargo, en su funcionamiento existen varios problemas que pueden comprometer las propiedades del recurso almacenado en el tanque:
– Pesados y difíciles de transportar. Los tanques de concreto son mucho más pesados y su transporte es más complicado.
– Construcción e instalación compleja. Otra desventaja de los tanques de concreto es que su instalación lleva mucho tiempo. Además, si el tanque de agua no se construye correctamente, la estructura puede agrietarse y provocar fugas de agua en el futuro.
– Presencia de agrietamientos y fugas. Las posibilidades de grietas en este tipo de tanques son altas, ya que el material es poco flexible y cuando está sujeto a expansión y contracción causadas por variaciones en la temperatura. Esto significa que con el tiempo, la integridad del concreto puede debilitarse, hasta el punto en que eventualmente se agrietará y el contenido del tanque se derramará.
– Lixiviación. Esta puede ocurrir con mayor frecuencia en un tanque de concreto para almacenamiento de agua. Esto se debe a que el material es poroso y está hecho con carbonato de calcio. Con la constante fricción del agua con el contenedor, este se va desgastando, desprendiendo pequeñas partículas hacia el agua. Esto resulta en agua dura.
– Costo elevado. Los tanques de almacenamiento de concreto son muy costosos de instalar y de quitar. Por otro lado, la reparación de los mismos también puede ser muy cara.
– Mayor reproducción de algas y microorganismos. Otra desventaja del material poroso es que proporciona un lugar para que las bacterias se adhieran y crezcan. Por otro lado, la presencia de luz puede provocar el crecimiento de algas en el agua almacenada y contaminar ese recurso.
– Mayor mantenimiento. Debido a las fugas, que pueden llegar a presentarse, o a la presencia de algas, los tanques de concreto exigen un mantenimiento regular. Además, su limpieza no es tan sencilla ya que se necesitan materiales especiales para no dañar la porosidad del interior y dejar rastros en el agua.
¿Cuál es la alternativa más moderna al tanque de concreto?
Para el almacenamiento seguro de agua y otros líquidos, materiales como el polietileno de alta densidad de grado alimenticio ofrecen una alternativa inteligente al concreto.
El polietileno de alta densidad no es poroso, lo que significa que el líquido contenido en su interior no se filtra por las paredes. Por esta misma razón, no proporciona espacios para que las bacterias crezcan y se reproduzcan.
Este es un material de alta vanguardia, es muy resistente a la corrosión y al desgaste. Otra de sus características es que es flexible, por lo que se adapta a los cambios en la temperatura del ambiente, pudiéndose expandir y contraer sin dañar su estructura.
El polietileno de alta densidad es más higiénico y los tanques de almacenamiento fabricados con este puede mantener el agua en su interior libre de cualquier contaminante. Estos tanques de almacenamiento cuentan con una tapa hermética que cierra a la perfección, evitando que se filtre cualquier partícula al interior.
Además el material mantendrá las características naturales del agua al no agregar sabor, olor o color a la misma, algo que con los tanques de concreto no se puede evitar.
Los tanques de almacenamiento hechos con este material pueden ser encontrados en el mercado con pared simple, doble e incluso triple para garantizar la máxima protección del producto contenido, dependiendo de las características del mismo.
Estos tanques se pueden conseguir en diferentes dimensiones y con diversas capacidades para adecuarse al proyecto.