5 Pasos para la limpieza de cisterna

Limpieza de cisterna

La correcta limpieza de cisterna debe hacerse al menos dos veces al año, pues es la única forma de evitar que se desarrollen bacterias y microorganismos que pueden causar estragos en la salud al entrar en contacto con el agua que bebemos. Las cisternas y tinacos son lugares oscuros y húmedos, donde pueden prosperar virus, bacterias y microorganismos. Una cisterna sin el mantenimiento adecuado puede ser un foco de infección de Salmonella, Hepatitis A y Rotavirus, además de otras bacterias que causan afecciones gastrointestinales.

Todo recipiente para el almacenamiento de agua es propenso a desarrollar con el paso del tiempo estos microorganismos que afectan la calidad del agua, sobre todo si pasa mucho tiempo estancada y sin usarse. Por esta razón, si tu cisterna no ha sido usada en mucho tiempo es recomendable pasar por un proceso de limpieza antes de volver a utilizarla.

¿Cómo limpiar una cisterna?

  1. Prepara tus instrumentos de limpieza

Limpiar una cisterna de agua es una tarea simple, pero que debes hacer de forma cuidadosa pues vas a usar cloro. No es recomendable utilizar ningún tipo de detergente o jabón, pues estos dejarán residuos que alterarán las características del agua.

accesorios

Comienza reuniendo una cubeta de agua, un poco de cloro o lejía, una escoba o cepillo mediano (depende del tamaño de la cisterna), trapos viejos y ponerte ropa que proteja tu piel. Usa botas de goma para evitar resbalar, cubrebocas y guantes de goma.

  1. Desocupa la cisterna de agua

Hay dos formas sencillas de remover el agua. Cierra primero la válvula de paso, para evitar que entre agua del sistema de acueductos. Puedes hacer esto con varios días de antelación, para que el nivel de la cisterna vaya bajando de forma natural; o puedes desocupar el agua de la cisterna, utilizándola para regar plantas, asear autos o similares. Nunca la desperdicies. Deja al menos unos 20 cm de agua en el fondo, esto facilitará la tarea de limpieza. El día de la limpieza cierra el acceso a las tuberías internas para que el sucio no las contamine ni las tape.

  1. Limpieza de cisterna manual

En el balde de agua coloca agua y diluye unas gotas de cloro en el agua. Utilizando la escoba o un cepillo, aplica esta mezcla en las paredes y frota vigorosamente para desprender cualquier residuo, polvo y otro tipo de suciedad visible. Las cisternas Rotoplas tienen un diseño curvo en el que no se acumulan hongos y bacterias, pero si tienes  cisternas de otras marcas, tendrás que poner especial atención en las esquinas y resquicios de la cisterna. Cepilla las paredes, el fondo y la tapa para quitar todo el sarro. Desocupa el agua que ha quedado en el fondo.

  1. Desinfección de la cisterna

Luego de esta primera limpieza física, con la que has eliminado todo el mugre visible, es hora de erradicar todos esos microorganismos que no podemos ver. Disuelve medio litro de cloro en el balde con 5 litros de agua. Utiliza esta solución para impregnar las paredes y fondo de la cisterna de manera uniforme. Puedes pulverizarlo con un atomizador o utilizar un trapo empapado en la solución que pasarás por el interior de la cisterna. Sal de inmediato, para que no respires estos vapores y recuerda usar un cubrebocas durante todo el proceso para proteger tu aparato respiratorio.

Deja reposar por al menos 30 minutos. Luego enjuaga con abundante agua, saca el exceso y limpia con un trapo. No olvides desinfectar también los accesorios que están dentro de la cisterna como la varilla y flotador, electronivel y otros.

  1. Acondiciona la cisterna para su uso

Antes de abrir la válvula de agua para llenar la cisterna, verifica que el flotador y otros accesorios están instalados de forma adecuada. Lava la tapa y enróscala. Este es el momento adecuado para revisar y/o cambiar el repuesto del filtro Rotoplas, si es que lo tienes instalado. Una vez hayas verificado que todo está en orden, podrás abrir la válvula de llenado. Permite que la cisterna se llene por completo antes de abrir la válvula de salida que conecta hacia la casa.

Cuando la cisterna esté llena, abre las llaves de agua de la casa y deja correr el agua unos minutos para desinfectarlas y permitir que arrastre cualquier residuo que pueda haber quedado en las tuberías. Pon un recipiente debajo de la llave para utilizar esa agua para lavar los pisos. Repite este procedimiento cada 6 meses u 8 dependiendo de la calidad del agua.

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